La solidez defensiva y la tibieza en los últimos metros son las características que más resaltan en el conjunto "B" de Banfield, que en esta oportunidad cayó ante Racing por 2 a 0, en el estadio Presidente Juan Domingo Perón.
Es conocido el sistema táctico que emplea Julio César Falcioni en cada encuentro, y su predilección por armar sus equipos de "atrás para adelante"; pero los once que pone en campo cada vez que desea conservar a los presuntos titulares practican un juego sin cambio de ritmo ni picardía, al punto de pecar de inocencia en terreno contrario.
Con el duelo frente a los de Avellaneda ya son cinco los partidos en los que se utilizan jugadores alternativos, y el resultado no es del todo favorable: dos derrotas y tres empates, con tan sólo un gol a favor -Cristian García a Chacarita-, en lo que es el punto más endeble de estos chicos. A pesar de que la Copa Libertadores genera una gran ilusión -que se va convirtiendo en obsesión a medida que se pasa de ronda- en cualquier institución de Sudamérica, se debe ser conciente de que los puntos que se pierden ahora pueden lamentarse en un futuro no tan lejano. No hay que olvidarse que hasta hace un año atrás el conjunto del Sur peleaba por no ingresar a la tan temible Promoción.
Para enfrentar a la Academia, Falcioni alineó una formación compuesta por cuatro defensores, cinco volantes y un delantero. Si bien el Taladro no fue superado por su rival, el planteo fue claro: volverse a casa con un punto; y el objetivo estuvo a punto de concretarse, ya que las conversiones de Racing llegaron sobre el cierre de la segunda etapa: derechazo de Matías Martínez tras un corner de Sebastián Grazzini a los 29´, y volea de Claudio Bieler a los 35´.
Un dato no menor es que únicamente dos jugadores de los 14 que estuvieron en cancha para la visita tienen goles en campeonatos de Primera División: García y Julio Marchant.
Lo cierto es que para anotar hay que atacar, y esa es la gran falencia de los jóvenes de Banfield.
Es conocido el sistema táctico que emplea Julio César Falcioni en cada encuentro, y su predilección por armar sus equipos de "atrás para adelante"; pero los once que pone en campo cada vez que desea conservar a los presuntos titulares practican un juego sin cambio de ritmo ni picardía, al punto de pecar de inocencia en terreno contrario.
Con el duelo frente a los de Avellaneda ya son cinco los partidos en los que se utilizan jugadores alternativos, y el resultado no es del todo favorable: dos derrotas y tres empates, con tan sólo un gol a favor -Cristian García a Chacarita-, en lo que es el punto más endeble de estos chicos. A pesar de que la Copa Libertadores genera una gran ilusión -que se va convirtiendo en obsesión a medida que se pasa de ronda- en cualquier institución de Sudamérica, se debe ser conciente de que los puntos que se pierden ahora pueden lamentarse en un futuro no tan lejano. No hay que olvidarse que hasta hace un año atrás el conjunto del Sur peleaba por no ingresar a la tan temible Promoción.
Para enfrentar a la Academia, Falcioni alineó una formación compuesta por cuatro defensores, cinco volantes y un delantero. Si bien el Taladro no fue superado por su rival, el planteo fue claro: volverse a casa con un punto; y el objetivo estuvo a punto de concretarse, ya que las conversiones de Racing llegaron sobre el cierre de la segunda etapa: derechazo de Matías Martínez tras un corner de Sebastián Grazzini a los 29´, y volea de Claudio Bieler a los 35´.
Un dato no menor es que únicamente dos jugadores de los 14 que estuvieron en cancha para la visita tienen goles en campeonatos de Primera División: García y Julio Marchant.
Lo cierto es que para anotar hay que atacar, y esa es la gran falencia de los jóvenes de Banfield.
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